PALABRAS DE DESPEDIDA AL CNEL. (AV)
JUAN DE LA CRUZ FLORES BLANCO, PRONUNCIADAS POR EL CNEL. (AV) FRANCISCO DANIEL
GONZALEZ VILLANUEVA.
Maracay, 13 de Agosto 2014
“En el nombre del Padre del Hijo y
del Espíritu Santo”
Se nos fue JUAN
FLORES BLANCO, el buen hijo, nació
en la ciudad de Caracas, criado con el amor de su madre CARMEN y de su padre
LUIS , moldeado bajo el principio de la honestidad y todas las reglas de las
buenas costumbres y del buen vivir para que se desempeñara felizmente en esta
vida, que desafortunadamente ha dejado y que afortunadamente será recibido en
el cielo de los pilotos por nuestro Señor Dios Todopoderoso.
Se nos fue JUAN
FLORES BLANCO, el padre cariñoso,
aviador militar, especialista en el área de Mantenimiento y Abastecimiento,
fiel conservador durante 20 años de nuestro Museo Aeronáutico y que con el amor
de su primera esposa NINA ALEJANDRINA, procreó 3 hijos: OMAIRA, JOHANN y
MARISELA y con su segunda esposa THAIS vio nacer a su tercera hija MARIA
ALEJANDRA a quienes formó y educó con devoción, enseñándole todas las buenas
experiencias que aprendió durante su feliz travesía y todas aquellas que le
inculcaron sus nobles maestros.
Se nos fue JUAN
FLORES BLANCO, el compañero amigo, que
conocimos desde el año 1.955 como
una persona alegre, bondadosa, amistosa y dispuesta a ayudar a cualquiera otra
persona que necesitara de su apoyo, ya sea moral, espiritual o intelectual.
En la otrora FUERZA AEREA VENEZOLANA,
cumplíamos con un procedimiento para darle cristiana sepultura a nuestros
compañeros y amigos fallecidos.
Este procedimiento estaba acompañado
con el apoyo de los COMANDOS DE GUARNICION, ya que, de acuerdo a una coordinación preliminar, proporcionaban
a un PERSONAL DE TROPA para rendir los honores correspondientes de acuerdo a la
jerarquía; así como también a un soldado corneta para entonar ese inolvidable
TOQUE DE SILENCIO y la FUERZA AEREA VENEZOLANA nombraba una comisión de
militares para acompañar a los deudos.
En la antigua FUERZA AEREA
VENEZOLANA, cuando fallecía un piloto militar en actividad de vuelo, cumplíamos
con ese procedimiento y recuerdo cuando falleció nuestro compañero y paisano de
Puerto Cabello, el Sbtte. INOJOSA LAMAS, COQUIMINGUI que en paz descanse, especialista
en el área de Comunicaciones, también cumplimos con ese procedimiento y cuando estábamos
en este acto en el cementerio mirábamos hacia el cielo, como pidiendo perdón
por lo que había sucedido y veíamos encima de nosotros una CRUZ formada por aviones militares en
perfecta formación, rugiendo sus motores para darle un adiós a nuestro amigo
uniformado de azul que había fallecido.
En este mismo acto, cuando veíamos a
la tropa en formación apuntar hacia arriba el cañón de su fusil y lanzar al
aire sus tiros de salva, se entristecían nuestros corazones haciendo brotar
unas lágrimas que secábamos afligidamente, pidiendo un aliento a nuestro
espíritu para poder soportar la lamentable pérdida de un entrañable y verdadero
amigo.
En este mismo acto, cuando veíamos al
soldado corneta entonar ese TOQUE DE SILENCIO, se nos erizaba el cuerpo, porque
sabíamos y comprendíamos que con ese
despegue hacia los predios del Señor, iban a quedar entristecidas y con sumo
dolor una querida esposa con sus amados hijos y nietos y un gran vacío en el
corazón de sus familiares y amigos.
En la mayoría de los casos, este
procedimiento que había sido considerado como una tradición, se ha venido
perdiendo con el tiempo y con razón, con mucha razón, cuando me designaron como
orador de Orden en los 50 años del IORFAN, utilicé unas palabras de un
compañero del Ejercito y dije lo siguiente: “CUANDO PASAMOS A LA HONROSA
SITUACION DE RETIRO, VEMOS AL POCO TIEMPO, COMO NUESTRA VIDA SE VA DEGRADANDO,
COMO VAMOS SIENDO DESPLAZADOS, IGNORADOS, OLVIDADOS Y EN ALGUNAS OCASIONES
IRRESPETADOS.”
Amigo JUAN DE LA CRUZ, en esta oportunidad
hemos recibido el apoyo del Comando de la Guarnición y de la Fuerza Aérea
Bolivariana y nosotros: familiares, amigos y compañeros de Promoción que en
realidad te quisimos y apreciamos, nos hemos reunidos para rendirte honores y
reconocerte los méritos que obtuviste durante 50 años de Servicio, en donde
entregaste los mejores años de tu vida con Dedicación, Esmero y una gran
Vocación de Servicios.
Se encuentran presentes tus amados
hijos quienes te dieron su cariño y te cuidaron durante largo tiempo, tus
familiares y amigos que te apreciaron y recibieron de ti tus sabios consejos y
tus Compañeros de Promoción del año 1.959, con quienes compartiste verdaderos
momentos de alegría y tristeza.
Compañero FLORES BLANCO, despegaste
para aterrizar en el Reino de los Cielos, pero a estas alturas del tiempo
cuando el Señor Dios Todopoderoso nos dé la orden para despegar, tu estarás
allá arriba y nos recibirás como gregario en tu formación para guiarnos por los
caminos del Señor.
Compañero y Amigo JUAN DE LA CRUZ DESCANSA EN PAZ.
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