IORFAN

IORFAN

jueves, 29 de julio de 2021

CARTA ABIERTA A LOS IORFANOS. CNEL DONALD JOSÉ CASTILLO (PROMOCIÓN GN 1971)

 Barinas, 27 de julio del 2021


IORFAN, UNA OPINIÓN MÁS

Un hecho real actual es el cobijo institucional legítimo y formal de un sector de los profesionales militares de la Reserva Activa de nuestra Fuerza Armada, (término que no entro a discutir sobre quienes disienten de él y sólo aludo como la expresión cotidiana usada, porque la contiene la LOFANB del año 2014 y que igualmente conserva, aunque sin abundar en detalles, la Ley Constitucional de la FANB aprobada en ANC con fecha 29 de Enero de 2020. Sin embargo, ni nuestro vértice, ni nadie ha hecho comentario formal alguno sobre el particular), a saber los Oficiales Efectivos que pasan a retiro, los Oficiales Asimilados con derecho a pensión y las Pensionadas sobrevivientes con derecho que deseen hacerlo; todo este grupo pertenece al ente creado por el estado el 20 de noviembre del 1958, hace 63 años con el nombre de OFIDIRE, modificada su ley el 10 de agosto del 1990, donde cambia a su nombre actual “Ley del Instituto de Oficiales de las Fuerzas Armadas en Situación de Retiro” (IORFAN), el que su propósito es agrupar, vincular, fortalecer la fraternidad y ser un procurador de los medios de bienestar económico, social y cultural de los Oficiales que pasen a dicha situación. El resto de la Reserva Activa se apoya en sus diligencias directas, o en organizaciones privadas creadas por ellas, o por la acción misma del IORFAN que a lo largo y ancho del país, a través de su red operativa en 15 ciudades, ante la necesidad de atención social de un miembro de nuestra Fuerza Armada, no discrimina su apoyo si está dentro de sus capacidades; todos ante la estructura del Sistema de Seguridad Social de la FANB, del que vale decir, para su atención a la familia militar venezolana cuenta con los siguientes entes : IPSFA, IACFANB o CÍRCUMIL, IORFAN, DIGESAMIL, BANFANB, SEGUROS HORIZONTE y otros.

A las dependencias de esta estructura, establecidas en diferentes ciudades del país, sus AFILIADOS ACUDEN a solicitar sus servicios, acogiéndose a los procedimientos administrativos correspondientes; no obstante dentro de este vasto grupo, la FANB ha tenido históricamente su reconocimiento hacia los fraguadores en el tiempo de su identidad y se ha ocupado de que el día en que cesan su actividad en la institución, no se produzca una diáspora, sino que continúe alimentándolos la savia institucional, la fraternidad y el compañerismo; y allí, de ipso facto pasan a ser parte del IORFAN, por ello el lema IORFAN SOMOS TODOS.

En este IORFAN, apoyado en una nómina que es parte del presupuesto del MPPD con un contingente estimado de 98 personas a nivel nacional, de las cuales 27 son Oficiales en Reserva Activa, en distintos cargos de la estructura (Directiva, Directores, Jefes de Seccionales y Comisiones: Electoral y de Revisión de Gestión), motorizan cada año más de 4.000 actos administrativos ante los diferentes espacios de la estructura convencional del sistema de seguridad social de la FANB, coadyuvando a la solución de problemas no atendidos o hecho parcialmente, por las razones que para cada uno hubiere. Así vemos como compañeros de armas, Afiliados o no, se les visitó en su lecho de enfermo, se le gestionó una medicina, se le tramito una consulta médica, se le agilizó un reclamo administrativo, se le invitó a discutir un tema institucional, aunque ni siquiera se dé por aludido, se realizan antesalas ante entes administrativos, afines o no, en la procura de atención social para todos y con las limitaciones del caso, pero dentro de lo posible, es imagen de la Fuerza Armada en coloquios institucionales compartidos con la sociedad civil o en la despedida terrenal de los hijos en Reserva Activa de partida temprana. Ese IORFAN, que aún en pandemia, rinde culto a su propósito, VA A SUS AFILIADOS a diferencia de sus homólogos a los que se tiene que ir, por lo que es ÚNICO, no sustituye funciones ni se solapa con otros. Si no existiera habría necesariamente que crearlo para evitar la segura inmisericordia ante la mendicidad institucional.

Al IORFAN pertenecemos por condición natural todos los Oficiales que hemos pasado a la Situación de Retiro, que se estima su número cercano a los 11.000 Oficiales, de los cuales cotizamos económicamente menos de 5.000 y participantes efectivos de su quehacer, un poco más de 1.000 compañeros. Dentro de ese menguado número, desde sus mismas entrañas, emergen viralmente posiciones encontradas sobre la razón y propósito de su existencia, que hacen un flaco servicio al ya de por sí, debilitado posicionamiento institucional.

A las posiciones encontradas IORFAN no rehúye o evade, por el contrario las saluda como bienvenidas, porque serían eventos de altura, enriquecedoras de contenido lógico racional de orden social, buscando su compatibilidad y adecuación hasta donde sea posible, sin desentenderse de la situación económica y social actual. Pero para ello pide a sus promotores que sean formales y consecuentes y menos efectistas mediáticos porque lo planteado demanda constancia, dedicación, objetividad y creatividad; no se resuelve con un chat. 

No es esta nota por razones de espacio, lugar para enumerar las diferentes posturas antes comentadas; pero aludamos una : La que sugiere la eliminación del IORFAN por no ser un velador real que reclame los derechos sociales violados a los Afiliados; y en su lugar sustituirlo por una organización privada que pueda reclamar sin restricciones. Sobre esto debemos decir que IORFAN en el tiempo no ha sido opuesto a ser sujeto de reformas, si éstas contribuyen a su mejoramiento funcional, o a la creación de un nuevo ente, que su reemplazo resuelva restricciones de atención a nuestra seguridad social; pero es el TRABAJO, creador, efectivo, consecuente, constante, colectivo, solidario e institucional que involucre a todos los integrantes del sistema, ya que son los beneficiados o perjudicados por su funcionamiento, lo que va a permitir una mejor calidad de organización; sí, es el TRABAJO lo que realmente va a ayudar, más que la solitaria iniciativa de crear o modificar otras, como si se tratara de soplar y hacer botellas. 

Revisemos como ejemplo, experiencias anteriores de larga data o recientes, donde el esfuerzo de compañeros o grupos de ellos trabajaron con denuedo y dieron vida a instituciones privadas que buscaban contribuir a suplir el vacío del rol de reivindicador de nuestros derechos sociales por la condición de adscripción y se hicieron eco sobre el espacio institucional, unas más otras menos y que muchos de sus promotores se mantienen aún en el quehacer de la actividad. Me permito señalar algunas iniciativas, so pena de omisión de otras no menos importantes, como ASORFAN, nacida en julio de 1992, vigente su contenido aunque inactiva operacionalmente, pero también activos parte de sus integrantes, como el GD Enrique Prieto Silva, como el GRUPO Pichincha, agrupación de aquilatados profesionales militares, vigente y en pleno funcionamiento, lo lidera en la actualidad el Cnel Máximo Merchán Cedeño, como el Colegio de Licenciados en Ciencias y Artes Militares, contenedor igual de valiosos profesionales, promotor de trabajos de investigación de interés institucional presidido por el Cnel Rafael Briceño Rodríguez. Interesante sería hacer converger en un coloquio estas experiencias, más las omitidas, para extraer luces de su quehacer o de su visión de lo que resultaría aplicable al ansiado propósito de reconversión institucional. 

Mientras tanto, la vida continua y seguimos consumiendo el calendario cronológico de las generaciones, estirpe en nuestro tránsito terrenal afrontando sus retos cada día, por lo que guste o no, hoy por hoy IORFAN es la institución que nos representa, contribuir con ella a su funcionamiento y desempeño es hacerlo con nosotros mismos, las estadísticas de logros o gestiones en favor de nuestros afiliados fueran de mayor alcance y un ámbito polivalente, si el esfuerzo de IORFAN se orienta en un:

IORFAN PROCURADOR SOCIAL, IORFAN INSTITUCIONAL, IORFAN Sustentable

Ello es, sensibilizar posturas, amalgamar criterios hacia procedimientos de provecho común y colectivo, que mermen desperdicio y permitan mayor eficiencia en la administración del sistema de seguridad social de la FANB, paralelamente ser promotor de la imagen institucional por su vinculación en la cotidianidad ciudadana, compartiendo actividades culturales, académicas y otras de la variada gama del orden social y finalmente ser coadyuvador a su propio sostenimiento, que lo deslastre del efecto de mendicidad que le arropa y pueda más bien ser eco material en su propósito de solidaridad. Sería el despertar del gigante que duerme. 

Está tarea alude a todos los profesionales militares, no distingue Activos o Reserva Activa, haga cada uno lo que tiene que hacer.

Saludo fraterno y solidario,


DONALD JOSÉ CASTILLO
Coronel
Promoción GN "Batalla de Maturín" 1971

No hay comentarios:

Publicar un comentario