NUESTRAS ESPOSAS Y CONYUGES SOBREVIVIENTES
La vida militar, la vocación de servir, el desempeño especializado en
las filas activas de la Fuerza Armada Venezolana, en cuarteles, unidades
aéreas, unidades navales, en las fronteras y en cualquier lugar donde
se cumpla con el sagrado indeclinable deber de servir a la patria, como
figura ilustrativa integral se convierte en un apostolado.
Se
nutre el espíritu desde los inicios con una carga de valores
ciudadanos, familiares y patrios, entre otros, los cuales permiten
delinear de manera programática al hombre de uniforme y, a la vez poder
identificarlo por su comportamiento y poder predecir, cual es el camino o
vía de su circunstancia de vida por transitar.
El
estudio sistemático, el desempeño especializado, la integración en
equipos de trabajo confiables, dinámicos y el cultivo de valores, hacen
de la estructura militar, un ente homogéneo en la claridad del
cumplimiento de la misión, con una visión integral orientada en la
búsqueda de los más caros intereses de la Patria; guardias en buques,
fronteras, unidades aéreas, cuarteles, comisiones, estudios y mas
estudios, mudanzas, ascensos, arrestos, recreación, alti-bajos,
amistades, formación de familia....se centran en el militar, en la
familia militar.
Asi,
todos estos aconteceres para nombrar algunos, tienen un común
denominador: la familia que cada individualidad, conformó; esposa,
hijos, nietos, amigos, familiares, amistades, compañeros; así, cada
núcleo hogar militar, introyecta las vivencias de ese militar: su andar,
su transitar, su convivencia, su retiro de las filas activas de la
Fuerza Armada, para continuar: " No Retirado ", y se llega a pensar que
la sucursal del lugar de trabajo del militar, es su hogar.
Allí,
el intercambio humano de experiencias y de vivencias es compartido con
la esposa, con los hijos, con los padres, con la novia; tanto lo
agradable como lo inesperado no agradable. Se construye un binomio
indisoluble de la circunstancia; se va cristalizando de manera armónica
un esquema humano, donde Dios está presente siempre y, donde las cargas y
motivaciones hogareñas, gerenciales, de estudio, en la formación de los
hijos, las ausencias por guardias, comisiones, traslados a otras
guarniciones, entre otras, recae una responsabilidad en la esposa, en la
conyuge sobreviviente.
Así,
quien rige incansablemente, en el tiempo la guiatura directa del hogar,
es la madre esposa, es la conyuge sobreviviente; es la gerente de
administración de ese núcleo familiar donde el calor y el amor siempre,
están presentes. A esa gerente administradora comandante responsable de
cualquier cantidad de tareas, obligaciones, responsabilidades,
iniciativas, orientación digna a sus hijos y nietos, y todas las
vicisitudes inimaginables ( no escritas ) en la ausencia del militar
profesional, por sus compromisos con la Institución, devienen en un
proceso de dirección y toma de decisiones que está presente sin
dilación, ni equivocaciones.
Se nos marchan al Cielo nuestros compañeros de armas y con su ausencia,
el dolor presente en sus esposas, hijos, nietos, familiares y amigos;
el recuerdo presente en ese hogar; ¡ no está presente el padre !; sigue
al frente aquella dama, conyuge sobreviviente, con una enseñanza de
vida, para la vida; adquirió para si, el mando para continuar llevando
adelante la misión y la responsabilidad de tener y mantener un hogar
digno y honorable; les adorna y engalana: la entereza, la disposición
para aceptar el reto que la vida nos tiene preparado. Continúa la
familia militar, está ausente el padre y, continúa la madre
sobreviviente entregando calor y amor; y gerenciando la unidad
fundamental militar: la familia.
Una
sumatoria de entregas, cuyos totales van a conformar una
definición-conclusión integral, que nos obliga e impone al diario justo
reconocimiento individual y colectivo. No existe formula matemática,
científica para intentar medir tanto la capacidad de entrega como la
entrega en si para llevar adelante una empresa como el hogar, como lo
han hecho nuestras madres, esposas, conyuges sobrevivientes y también
nuestras hijas quienes han desempeñado y/o desempeñan, este rol de la
vida.
El
reconocimiento es diario, debe convertirse en una constante; hay un
dicho popular y muy sabio que vale traerlo a este escrito: " La mujer
hace al hombre "; y en nuestra carrera/apostolado, como activos y hoy
en Situación de Retiro, " No Retirados ", es válido, que: observando y
midiendo todas las aristas/variables del dicho, vale decir que: todo
ello, nos orienta a decir que del dicho al hecho,........ no hay dudas;
la verdad está dada en cada uno de nosotros y, debe introyectarse e
internalizarse en el corazón y en la meditación sobre está variable
social de innegable valor para una sociedad, donde no se juzga con la
debida óptica social legal, la valoración de este capital humano que: va
hacia adelante siempre, en la búsqueda de entregar, sin esperar a
cambio nada material; es una cultura arraigada y heredada de
generaciones, de nuestras abuelas, madres, hijas, conyuges
sobrevivientes.
Para ellas donde se encuentren el calor y el amor de los IORFANOS.
Nuestras madres, esposas, hijas, conyuges sobrevivientes, son únicas y son nuestras.
Cnel Tomás Montes de Oca Lugo
Vocal Aviación JD IORFAN
Turmero, 1 de
Diciembre de 2015