contrabando de las dos caras, en una Venezuela productiva, que
cornpetia con lo externo. Pero
con mayor brio,
iCompadre! ingres6 a la Universidad y
se hizo abogado de la Republica, para ayudar en un momenta
de crisis que vivimos en la Patria, cuando el Derecho, adoleci6 de una insincera y necia corrupci6n juridica, que trafa al traste el subterfugio
de la Ley.
Fue uno de
los 50 titanes
que
conformamos la promoci6n "BATALLA DE
NIQUITAO" (Primera Promoci6n de la Escuela Basica
de las FAN), y que, el 23 de enero
de 1958, participamos en el preludio de la esperanza dernocratlca. Sin que podamos
dejar
de mencionar la fortaleza de nuestra
actividad convertida en servicio a la patria en nuestra
preparaci6n
y acci6n
en la lucha antiguerrillera.
Su pase al retiro en 1988, no tronch6 su vida
hacia la esperanza;
por
el
contrario, se mantuvo activa en el devenir de la acci6n viva
y ciudadana, unido a su c6nyuge,
la profesora Carmen
Serra,
uniendo esfuerzos profesionales y servicios con sus hijos y nietos, como
bien lo dijera su hijo el coronel Jose Antonio Salazar Serra en las palabras que me antecedieron. Y para no ser mas expresivo en la
extension del
tiempo, debo
recordarles a las
presentes, que en
su
imaginaci6n, el
Compadre estuvo
certero · en pensamiento:
Una vez lo dijo: "lndependientemente de lo que poseamos o no en esta
vida, la felicidad
mas profunda y duradera la logramos
al conocer y seguir el plan
de Dios. En el, Dios nos da las respuestas a las preguntas baslcas
de la vida: "lDe d6nde vengo?" "lQue hacer
en mi vida?", y "lQue
me sucedera
al morir?". Hoy
por esa voluntad, conocera la respuesta, ya que hablendose cumplido el Plan de Dios: conoci6
la esperanza, la alegrla, la felicidad, y al
final, la paz del sepulcro. iDescansaen paz, querido Compadre!
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